Estos son los medicamentos que nunca debes mezclar con alcohol
Con las celebraciones propias de las fechas navideñas muchas personas aumentan su consumo de alcohol respecto a los niveles habituales para el resto del año. Por supuesto, siempre hay que recordar que el alcohol es una sustancia toxica y dañina para el organismo, y que la recomendacion en terminos de salud es beberlo lo menos posible. No obstante, lo cierto es que cuenta con un papel prominente en las sociedades occidentales y por ello son muchos quienes deciden asumir sus riesgos.
Aun asi, hay ciertos casos en los que conviene ser especialmente precavidos; y uno paradigmatico es el de aquellas personas que esten tomando ciertos medicamentos que pueden interactuar en el organismo con el alcohol de diversas formas.
Diferentes interacciones
Tal y como recogen los expertos Nial Wheate y Jessica Pace (ambos profesores de farmacologia en la Universidad de Sydney, en Australia) en un articulo publicado en el medio The Conversation, no todos los medicamentos contraindican de manera especifica en consumo de alcohol. En los que si, los riesgos van desde una perdida de eficacia del medicamento que estamos tomando (presumiblemente, para tratar un problema de salud) hasta complicaciones potencialmente letales.
La razon de estas interacciones, en todo caso, suele rastrearse al higado y al modo en el que nuestro organismo procesa las diferentes sustancias. De manera simplificada, el higado produce una serie de sustancias (enzimas) que descomponen las diversas moleculas que ingresan en el torrente sanguineo desde el intestino (como el alcohol o los medicamentos) en otras mas faciles de aprovechar o eliminar (llamadas metabolitos o subproductos metabolicos).
La combinacion de alcohol y ciertos quimicos presentes en algunos medicamentos, apuntan estos autores, puede suponer un trabajo excesivo para el higado, impidiendo que alguna de las dos sustancias se metabolice correctamente, reduciendo su eficacia o incluso provocando la acumulacion de compuestos toxicos. Que esto suceda, por cierto, no depende unicamente del medicamento que se este tomando sino tambien de otros factores como la edad, el genero o el estado de salud.
Otra posibilidad es que ciertos farmacos y el alcohol produzcan de hecho algunos efectos similares, con lo que ambos se potencien mutuamente llegando incluso a extremos peligrosos.
Efectos potenciados
El primer grupo de medicamentos con los que conviene vigilar mucho (o idealmente evitar) el consumo de alcohol es el de aquellos que producen un efecto depresor del sistema nervioso central. Debido a que el alcohol tambien actua de esta manera, los efectos de ambas sustancias pueden potenciarse mutuamente, llegando a provocar sobredosis y en casos extremos el coma, depresion cardiorrespiratoria o la muerte.
En esta categoria se incluyen algunos como los medicamentos para los trastornos del animo (principalmente antidepresivos), ansioliticos (benzodiacepinas), sedantes e hipnoticos (benzodiacepinas y barbituricos), antipsicoticos, antihistaminicos y algunos analgesicos (especialmente opiaceos u opioides).
Hipertension
Algunos medicamentos, por su lado, solo producen efectos adversos cuando se combinan con determinados tipos de alcohol, las cervezas artesanales. Cuando esto sucede, pueden provocar aumentos significativos de la tension sanguinea. Algunos ejemplos son los antidepresivos fenelcina, tranilcipromina y moclobemida, el antibiotico linezolid, el farmaco contra el parkinson selegilina, o el anticancerigeno procarbazina.
Esta curiosa especificidad se debe a que en sentido estricto no estan interactuando con el alcohol, sino mas bien con otro compuesto presente en estas bebidas, que es la tiramina.
Acumulacion de toxicos
Por ultimo, ciertos farmacos interfieren, como hemos mencionado, en los procesos metabolicos y pueden conducir a la acumulacion de compuestos toxicos en el organismo. Esto puede resultar en sintomas variados como nauseas, vomitos, aumento de la frecuencia cardiaca, mareo, dolor de cabeza, descenso de la tension sanguinea o dificultad para respirar.
Uno de los ejemplos mas llamativos es el del paracetamol, pero tambien sucede con ciertos antibioticos, con el disulfiram, con la acitretina o con el metonidazol.
Fuente: www.mmmedicalpr.com