Superabuelas con superneuronas: ¿por que hay cerebros que desafian el paso del tiempo?
La eterna juventud –junto a la vitalidad y la agudeza intelectual asociadas a un cerebro joven– es un deseo universal que se ha materializado en conceptos recurrentes como el Santo Grial o la piedra filosofal.

Mercè Pallàs Lliberia
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Catedratica de Universidad, Neurofarmacologia, Envejecimiento, Alzheimer, Universitat de Barcelona
Mas alla de este anhelo humano, la existencia de los llamados superancianos representa un desafio y una oportunidad para comprender la raiz de la salud cerebral y el envejecimiento sano.

Octogenarios con cerebros de cincuentones
Los superancianos son personas de mas de 80 años que conservan caracteristicas fisicas y cognitivas de un adulto entre 20 y 30 años mas joven. ¿Que los hace tan resistentes al deterioro cerebral?
Recientes investigaciones nos han revelado nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares y celulares que podrian estar implicados en el proceso inevitable e irreversible del envejecimiento.
Profundizar en los mecanismos geneticos de la longevidad y su manifestacion en los organismos (fenotipo) ha permitido poner el foco en los habitos de vida (alimentacion, ejercicio, actividad cognitiva, etc.) como factores clave que inclinan la balanza hacia un envejecimiento saludable o patologico. El fenomeno que nos permite modificar nuestro destino genetico es la epigenetica.
Los mecanismos epigeneticos son modificaciones quimicas en el ADN que se producen por cambios en el ambiente (fisicos o cognitivos) y que modulan la expresion de nuestros genes. De manera que nuestro supuesto destino en forma de informacion genetica puede ser reescrito –igual que puntuamos un texto– por las acciones de nuestra vida diaria. Y, ademas, pueden ser heredados por nuestros descendientes. Pero vamos a ver que le pasa a nuestro cerebro a lo largo de la vida.

Un organo de maduracion lenta
A diferencia de otras especies, el cerebro humano aun debe desarrollarse despues del nacimiento. Se trata de un proceso lento, que empieza en la concepcion y no cesa hasta la muerte, aunque alcanza su madurez aproximadamente entre los 20 y los 24 años.
Como sabemos, nuestro organo pensante esta formado por neuronas conectadas entre si y otras celulas nerviosas que le sirven de soporte y defensa (los astrocitos y la microglia). Tenemos unos 10 billones de neuronas que funcionan como una gran red de informacion, almacenamiento y gestion de nuestra vida cotidiana. Garantizar su integridad precisa de mecanismos de proteccion y regeneracion.
Hasta hace pocos años se pensaba que, una vez alcanzada la madurez cerebral, no existian mecanismos para reponer las neuronas y reparar las conexiones perdidas. Nada mas lejos de la realidad: hoy sabemos que el cerebro cuenta con unas zonas especificas (nichos) donde celulas progenitoras (las celulas madre) pueden ayudar a reparar o sustituir neuronas que degeneran o han sido dañadas.
La existencia de mecanismos protectores no evita que esos nichos progenitores dejen de reponer neuronas con la edad. Por tanto, el cerebro de una persona mayor tiene menor capacidad de regeneracion, lo que se traduce en una disminucion de la capacidad cognitiva.
De todos modos, las personas solo suelen sufrir un deterioro cognitivo grave cuando la perdida de las neuronas es muy elevada debido a una enfermedad degenerativa, como el alzheimer.
Lo sorprendente es que esa perdida inexorable no comporta alteraciones graves en la calidad de vida de los superancianos, lo que incrementa su resiliencia y reserva cognitiva. Llamamos reserva cognitiva a la capacidad de nuestro sistema nervioso central de balancear y optimizar su funcionamiento para enfrentarse a las patologias neurodegenerativas. Esta facultad tambien esta asociada a factores como la actividad intelectual: leer, escribir o socializar.
¿De donde viene el superpoder de los superancianos?

Parece ser que los superancianos comparten habitos similares: se mantienen activos fisicamente, tienden a ser positivos, desafian su cerebro y aprenden algo nuevo todos los dias. Muchos continuan trabajando hasta los 80 años.
Ademas, la evidencia cientifica resalta la importancia de permanecer comprometido socialmente a medida que envejecemos. Actividades como visitar familiares y amigos, colaborar de voluntario en alguna organizacion y salir a diferentes eventos se han asociado con una mejor funcion cognitiva.
Y al contrario: una baja participacion social en edades avanzadas implica un mayor riesgo de demencia. Estos hechos validan la idea de que el ambiente es un actor principal de nuestro envejecimiento.
Neuronas de altas prestaciones
Por otro lado, un estudio reciente demuestra que los superancianos poseen un grupo de neuronas mas grandes de lo normal en una estructura del cerebro involucrada en la preservacion de la memoria (capa II de la corteza cerebral entorrinal). Estas celulas nerviosas se podrian relacionar con el concepto de reserva cognitiva.
La investigacion describe que esta caracteristica de los superancianos no se observa en personas de su misma edad con deterioro cognitivo, ni tampoco en individuos de entre 60 y 65 años que empiezan a experimentar fallos de memoria. Ademas, es significativo que esa zona del cerebro es una de las mas afectadas por el declive neuronal que caracteriza el alzheimer.
Los cientificos tambien observaron que dichas superneuronas no presentan las caracteristicas propias del envejecimiento en enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer. En este caso, la acumulacion anomala de proteinas (tau y beta amiloide) en el tejido cerebral produce la muerte de las neuronas.
La degeneracion neuronal
Todo lo anterior explicaria por que la degeneracion neuronal no se produce en los superancianos –o por lo menos no al ritmo propio de una persona de edad avanzada– y mantienen las habilidades cognitivas de una persona entre 20 o 30 años mas joven.
El descubrimiento de las superneuronas plantea, ademas, la pregunta de si podemos favorecer su aparicion durante el neurodesarrollo o en la infancia. La coincidencia de ambos hechos, la practica de habitos sociales saludables y la existencia de celulas nerviosas excepcionales, abre la puerta a tener alguna influencia sobre nuestros genes heredados a traves de cambios epigeneticos.
Tambien seria de interes saber si las neuronas XL podrian constituir –por presencia o ausencia– un marcador del alzheimer y otras demencias, tanto de su progresion como de la respuesta a las terapias. Y, por ultimo, si servirian como una diana para encontrar nuevos tratamientos.
Este articulo ha sido publicado en The Conversation.
Fuente: www.mmmedicalpr.com