Que es el hambre emocional y como podemos identificarlo
¿Alguna vez has comido de manera compulsiva cuando experimentabas una sensacion de tristeza o angustia? Cada vez que nos sentamos a la mesa a comer, nuestras emociones influyen en que comemos y como lo hacemos. En ocasiones, podemos consumir determinados alimentos ante situaciones de estres o ansiedad, pero, ¿que es realmente el hambre emocional?
Como destaca en un articulo para Quironsalud la nutricionista del Centro Medico Quironsalud Toledo, Isabel Campos del Portillo, el hambre emocional “es la respuesta emocional a una situacion a traves de la comida”.
Nuestras conductas ante determinadas emociones “nos ayudan a evolucionar, adaptarnos al ambiente y mejorar nuestra salud mental y emocional, pero estas respuestas tambien nos pueden desadaptar o empeorar nuestro estado y salud emocional“, añade la experta.
¿Cuando se convierte en un mecanismo perjudicial?
Entonces, ¿en que momento puede convertirse en un problema? El hambre emocional radica en una accion en la que buscamos sentirnos mejor a traves de los alimentos, “mas alla de cubrir con la sensacion fisiologica de hambre y/o saciarnos”, indica al respecto la nutricionista-dietista, Victoria Lozada, autora de Nutrition is the New Black.
De tal manera que “utilizar la comida de vez en cuando como algo reconfortante no es algo malo”, añade, pero el problema empieza cuando “comer es el principal mecanismo de afrontamiento que tenemos ante un sentimiento o estado”. Es entonces cuando se convierte en una accion no saludable, que es necesario trabajar.
En este sentido, la nutricionista Isabel Campos del Portillo explica que el hambre emocional es “desadaptativa” cuando unicamente logramos controlar una determinada emocion a traves de determinados alimentos, pero tambien cuando “se come sin control”.
Asimismo, añade, es una accion desadaptativa cuando “empeora el estado de animo y surge la culpa y otras emociones desagradables”, como la compensacion o prohibicion de comidas. Tambien pueden aparecer pensamientos intrusivos que influyan en una mala relacion con la alimentacion.
“Un antojo no es lo mismo que comer por querer o necesitar lidiar con una emocion. Si un dia particular te apetece una galleta y te la comes ¿Cual es el problema? Es otro escenario completamente distinto, y no pasa absolutamente nada querer comer algo de este estilo un dia normal”, añade al respecto en un articulo para su blog Victoria Lozada.
¿Como se puede trabajar?
Por tanto, “la cuestion es darnos cuenta de que nos afecta, y trabajarlo lo antes posible en esto, antes de que se convierta en un estado normal en nosotros”, insiste. ¿Y como podemos identificar el hambre emocional? Primero, porque aparece como impulso y generalmente se siente una necesidad por comidas con mas grasa o por los dulces. “Se come de forma automatica y sin pensar” y “termina con sentimientos de culpa o vergüenza”, añade la experta en nutricion.
El primer paso para hacer que el hambre emocional se convierta en un proceso adaptativo, detalla Isabel Campos del Portillo, es aprender a gestionar las emociones, sobre todo con otras acciones saludables. Por otro lado, “identificando placer y satisfaccion comiendo sin que ello nos lleve a comer de forma impulsiva”, añade.
Asimismo, resulta fundamental trabajar el aspecto nutricional, emocional y de la conducta alimentaria, y una opcion recomendable seria la psiconutricion. “Combinando el esfuerzo de la psicoterapia y de las consultas de nutricion”, concluye.
Fuente: www.mmmedicalpr.com