El citomegalovirus porcino, un inesperado obstaculo para el desarrollo de los trasplantes de animales a humanos
La ciencia de los trasplantes ha progresado enormemente en las ultimas decadas hasta acercarse mucho a culminar una de sus viejas metas: lograr trasplantar con exito en pacientes humanos organos procedentes de animales. Este avance, de lograrse, podria ser una solucion para muchos de los pacientes que por desgracia se enfrentan a las largas listas de espera actuales. No obstante, parece haber surgido un obstaculo inesperado en el camino.
Un virus entra en escena
Recapitulemos un poco. En octubre de 2021, un equipo de medicos en el centro NYU Langone Health (EE UU) anunciaba que habia logrado trasplantar con exito un riñon de cerdo modificado geneticamente a una mujer en estado de muerte cerebral, logrando indicadores solidos de un funcionamiento normal y sin que se produjera rechazo. El experimento se termino a los tres dias sin que se produjera ningun evento adverso.
Mas adelante, en enero de 2022, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (EE UU) anunciaban ante la prensa (y no por publicaciones cientificas) que habian trasplantado con aparente exito un corazon de cerdo tambien modificado geneticamente a un paciente de 57 años llamado David Bennett, que en aquel momento evolucionaba tambien favorablemente y sin signos de rechazo.
Por ultimo, tan solo una semana despues, cientificos adscritos a la Facultad de medicina Heersink de la Universidad de Alabama (EE UU) publicaba los resultados del trasplante de dos riñones de cerdo editado a una persona en muerte cerebral; una vez mas, logrando un funcionamiento normal, sin rechazo hiperagudo. Los medicos mantuvieron las funciones corporales del sujeto durante unas 75 horas mas, antes de que una hemorragia pusiera fin a la experiencia.
Los tres casos representan un gran avance, ya que parece que la edicion genetica logra contrarrestar el principal impedimento del xenotrasplante (trasplante de organos entre dos especies diferentes), que es el rechazo hiperagudo: una reaccion inmune del cuerpo del receptor contra el organo exogeno. Sin embargo, los acontecimientos dieron un nuevo giro con la muerte de Bennett el pasado 8 de marzo, y con la deteccion en su organismo de un citomegalovirus porcino.
Viejo conocido
Hasta la fecha, no se ha confirmado que el virus sea responsable de la muerte de Bennett, en parte porque su instancia particular (no asi en los otros dos casos citados) no se ha conocido por los cauces habituales (y apropiados), que son las publicaciones especializadas.
Sin embargo, el incidente es motivo de serias preocupaciones. El riesgo de que un xenotrasplante sirva de puerta de entrada para una patogeno zoonotico no solo resulta algo obvio, sino que ya estaba documentado desde al menos 2002. Mas recientemente, en 2018 y 2020, sendos trabajos advertian de la necesidad de detectar y eliminar el citomegalovirus porcino en los animales modificados).
Precisamente, el ultimo de estos casos guarda inquietantes similitudes con lo que podria haberle sucedido a Bennett (de nuevo, a tenor de lo que han hecho publico los responsables del avance): no fue una infeccion activa por parte del virus lo que acabo con la vida de los modelos animales, sino que fue una reaccion inmune del organismo frente al ADN viral presente en el tejido trasplantado que se produzco algun tiempo despues del trasplante.
Errores comunicativos
Si se sabia que el ADN del citomegalovirus porcino podia comprometer seriamente la vida del receptor, como atestiguaban las experiencias en babuinos, cabe preguntarse que es lo que ha fallado. La deteccion del virus en los tejidos del cerdo es posible con la tecnologia actual, como tambien lo es su eliminacion; por ello sorprende que estuviera presente en unos animales que se diseñan siguiendo altos estandares de calidad (y que de hecho estan aprobados para este uso por la autoridad norteamericana en este sentido, la FDA).
Ahi radica el problema; la falta de publicaciones cientificas que documenten adecuadamente el caso de Bennett hace complejo analizar en profundidad en que punto del proceso ha podido haber errores, o que precauciones deben tomarse para enmendarlo. Las prisas por publicitar el ‘exito’ (en las que podria haber influido, por ejemplo, que los cerdos modificados geneticamente los produce una empresa que cotiza en bolsa, Revivicor) podrian, por tanto, haber jugado una mala pasada no solo a los autores del hito sino tambien a la linea de investigacion de los xenotrasplantes en su conjunto.
Como bien apunta Rafael Matesanz, fundador de la Organizacion Nacional de Trasplantes, en un articulo publicado en El Confidencial, lo ocurrido resucita el miedo a que pasen bajo el radar virus presentes en los animales donantes, con consecuencias imprevisibles. Ese miedo añade peso a las suspicacias bioeticas que siempre planean sobre la investigacion de los xenotrasplantes (especialmente en pacientes vivos como Bennett), y recuerda la imperiosa necesidad de ser sensibles a los riesgos y de guardar el maximo rigor en todos los pasos del proceso… incluyendo el de la comunicacion. Lo contrario puede lastrar el desarrollo de una tecnologia con el potencial de salvar miles de vidas.
Fuente: www.mmmedicalpr.com